Hoy viene a tomar el té... Begoña Moreno

1.- ¿Por qué te gusta leer?

Cuando era una niña, me asomaba al mundo a través de los libros, mundos que algún día esperaba conocer. Ahora sé que muchos no los conoceré más que en los libros. Es increíble lo que puedes llegar a aprender. Me divierte, me entretiene, me ayuda a evadirme cuando lo necesito. Me encanta.

2.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?

Recuerdo perfectamente el que me hizo ser lectora impenitente: El camino, y ya no hubo vuelta atrás, jajaja. Hubo otros antes muy importantes, El patio de los niños de piedra, Momo, todos los de Los cinco...

3.- ¿Cuál es tu libro favorito?

La casa de los espíritus. Aunque más que de libros soy de autores. Delibes, Marcela Serrano, García Márquez, Pérez Reverte. Patria me ha enamorado últimamente.

4.- ¿Y tu momento favorito para leer?

La noche, y en los días festivos, con el café de la mañana, antes de que se despierten los demás.

5.- Descríbenos tu rincón de lectura.

Jajaja. Cualquiera, sillón, cama, en el tren también me encanta. Cuando puedo, donde más me gusta es en la terraza de casa, disfrutando de la luz y el silencio.

6.- ¿Nos recomiendas un libro infantil?

Un cuento mejor. Elmer. 

 

Biografía

Nací en 1968, cosa que a mis hijos les hace mucha gracia porque es el siglo pasado. Del sur de Madrid, ya que he vivido por no sé cuánto municipios de la zona, aunque me siento de Getafe, que es donde me crié y viví hasta los veintitantos. Psicóloga de profesión y vocación, con veinticinco años de ejercicio, y aprendiendo algo nuevo cada día. Madre de tres hijos estupendos con los que disfruto, hermana de tres personas maravillosa y amiga de mis amigos. He trabajado en muchos sitios y he hecho cosas muy distintas, pero casi siempre vinculadas a los menores y familias con dificultades. Ahora mismo estoy en residencia de menores tutelados, con pequeñajos de cero a seis años. Me gusta mucho también la formación, y he disfrutado mucho cuando he impartido cursos, el más divertido y que más me aportó en Palma de Mallorca, a una veintena de psicólogas con las que acabé teniendo una conexión increíble.  Participo lo que puedo de algunas asociaciones, y últimamente, por aquello de intentar aportar mi grano de arena al desastre educativo, hago mis pinitos en la política local.