1.-
¿Por qué te gusta leer?
Podría
decir que porque me hace vivir otras vidas, me hace más humano, ser más
comprensivo con ‘los otros’, con la gente que me rodea, con la que no he
conocido… y me hace darme cuenta de lo insignificante que somos. Me cura el
ego, vamos.
2.-
¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?
Recuerdo
cuál fue el primer libro que me dejó en estado de shock. Vuelo nocturno
de Saint-Exupéry. Debía tener doce años, formaba parte de una colección de
literatura juvenil, y me hizo descubrir otro tipo de literatura, más allá del
mero esparcimiento, una literatura que te hacía comprender el mundo y a la
gente.
3.-
¿Cuál es tu libro favorito?
No
tengo uno solo. Decenas. No podría decirte unos porque me olvidaría de otros.
Perdóname.
4.-
¿Y tu momento favorito para leer?
Cualquiera.
Por reminiscencias juveniles, quizás la hora de la siesta, que prefiero
dedicarla a la lectura, pero cualquier momento es bueno.
5.-
Descríbenos tu rincón de lectura.
Tengo
tres: mi despacho, donde leo muchos libros de consulta; mi dormitorio, donde
cuando el tiempo me lo permite leo antes de dormir; y el sofá del comedor,
donde me gusta sentarme delante de la televisión apagada y leer. Como quiera
que la mayor parte del tiempo lo dedico al trabajo, describiré el primero.
Tengo
tres estanterías a la izquierda, atiborradas de libros en primera y segunda
fila, y algunos hasta tumbados. Enfrente mío, un armario de despacho donde se
arraciman mi modesta colección de cómics y la documentación para mis novelas. A
mi espalda, unas estanterías repletas de Cd’s con música que escucho mientras
escribo, una reminiscencia de los tiempos predigitales a la que no renuncio. Y
a la derecha, un gran ventanal que da al patio interior de mi casa. Desde aquí
puedo ver el comedor de casa, donde ahora mi hijo juega con unas piezas de Lego
y mi mujer lee una revista sentada en la mesa. Abajo, en el patio, mi perro, un
teckel de pelo duro al que llamamos Lope juega con una pelota de tenis.
6.-
¿Nos recomiendas un libro infantil?
El
misterio de la isla de Tökland (1981), de Joan Manuel
Gisbert.Biobibliografía
Carlos Aimeur (Valencia, 1972). Escritor y periodista, obtuvo en 2007 el premio ‘Vicente Blasco Ibáñez’ de narrativa en castellano que concede el Ayuntamiento de Valencia por la novela Bonaventura. Sangre, cólera, melancolía y flema, que retrata la Guerra de Sucesión en la ciudad de Valencia. En 2015 apareció publicada su segunda novela, Destroy. El corazón del hombre es un abismo, que tiene como telón de fondo el final de la ruta del bakalao. Ha participado con relatos en los volúmenes colectivos Todos iguales. Todos diferentes (2013), Valencia Criminal (2012), Ocurrió en Valencia (2012), y ha publicado narraciones breves en diarios como Mediterráneo o El Mundo, así como en las revistas El Mono-Grafico, Arte y Creatio o Color Elefante. Como periodista ha trabajado y colaborado en medios como Valencia Plaza, Levante, El Mundo, Las Provincias, La Hoja de Valencia, Mediterráneo, Muy Interesante o Descubrir el Arte. Desde 1995 ha participado también en la producción y escritura de trabajos audiovisuales. Además de cortometrajes de ficción, ha producido y dirigido el documental Teología. Perdimos un imperio por esto (2013) sobre el grupo de post rock decano de España, La Muñeca de Sal, y produjo la grabación del concierto que La Muñeca de Sal y Javier Corcobado ofrecieron en el Festimad de 2013.
*La foto de Carlos Aimeur es de Ángel Salguero.
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