No existen las recetas mágicas que, dicho sea de
paso, en los libros funcionan la mar de bien. Con esto quiero decir que no hay
métodos infalibles ni trucos cien por cien efectivos ni técnicas maravillosas
para hacer que nuestros hijos lean. Nos gusta o no nos gusta leer, como ocurre
con todo lo demás. Pero sí es cierto que podemos hacer algunas cosas para
animar a los niños (y a los adultos) a leer.
Soy de las que piensan que la persona a la que no le
gusta leer es porque aún no ha encontrado SU libro, ese que le ha marcado, que
le ha removido por dentro o que, simplemente, le ha hecho pasar un rato tan
estupendo que quiere seguir leyendo. Pero eso es, básicamente, porque los
libros son una parte muy importante de mi vida y mi pasión por ellos me ha
llevado, entre otras muchas cosas, no solo a leerlos sino incluso a
escribirlos.
La intención de este blog no es sentar cátedra sobre
nada porque para eso están los expertos y los eruditos, nuestra intención es
reflexionar sobre el hábito y el placer de la lectura, hacer sugerencias
lectoras o recomendar algunos truquillos que pueden ayudar con la motivación. Es
por eso que no vamos a colgar textos sesudos ni estudios psicológicos ni
decálogos imposibles. Simplemente vamos a hablar de leer y de libros. Y para
eso vamos a contar con invitados lectores que nos hablarán de su experiencia,
de sus libros preferidos y de todo lo que les apetezca sobre el mundo de la
lectura y los libros.
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